viernes, 4 de noviembre de 2011

Dios

El concepto de Dios fue inventado como antítesis de la vida: concentra en sí, en espantosa unidad, todo lo nocivo, venenoso y difamador, todo el odio contra la vida. El concepto de más allá, de mundo verdadero, fué inventado con el fin de desvalorizar el único mundo que existe, para no dejar a nuestra realidad terrenal ninguna meta, ninguna razón, ningún quehacer. El concepto de alma, de espíritu, y, en fin, incluso de alma inmortal, fué inventado para despreciar el cuerpo, enfermarlo, volverlo santo, para contraponer una espantosa despreocupación a todo lo que merece seriedad en la vida, a las cuestiones de la alimentación, vivienda, régimen intelectual, asistencia a los enfermos, limpieza, clima. 

En lugar de la salud, la salvación del alma, es decir, una locura circular que abarca desde las convulsiones de penitencia hasta las histerias de redención. El concepto de pecado fué inventado al mismo tiempo que su correspondiente instrumento de tortura, el concepto de libre albedrío, para obnubilar los instintos, con el propósito de convertir en una segunda naturaleza la desconfianza con respecto  ellos.

3 comentarios:

  1. Hay perrin, jeje si no hubiesen llegado los españoles ahorita estariamos con Tlaloc y sacrificando virgenes Wiiiiin....

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  2. No se que tiene que ver con lo que escribí pero tienes toda la razón, buena esa Konmpu.

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  3. Muy nietzscheano, muy bueno ;)
    Es una idea manida a estas alturas la duda de la existencia de Dios, pero siempre nos ayuda a obligarnos a reconocer nuestra propia insignificancia.

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